La historia de los relojes Longines comienza hace muchos años atrás, se trata de una compañía que tiene casi 200 años de éxitos en el mercado de los relojes y que ahora queremos destacar con un repaso de los acontecimientos más importantes que fueron convirtiendo a al firma en los que es hoy en día: una referencia de la relojería.
¿ Cuando empieza la historia de los relojes Longines ?
Todo se inició en 1832, cuando el por entonces emprendedor Auguste Agassiz decidía asociarse a lo que no era más que una pequeña manufactura relojera suiza de Saint-Imier. Al poco tiempo Agassiz lograría tomar el control de la compañía, la cual pasaría a ser conocida como “Agassiz & Compagnie” y dándole así el comienzo a un proceso que haría de una pequeña empresa de relojes manufactura una gran compañía con más de 130 distribuidores a lo largo y ancho del globo.
En los primeros años, el empresario consiguió incrementar notablemente las ventas tras abrir diferentes canales de distribución con comerciantes de Europa y América.
El cederle la dirección a su sobrino Ernest Francillon en los comienzos de los años 1850 y que este optimizara el proceso de producción lograron que la empresa lograra su primer gran desarrollo dentro del mercado de los relojes de lujo.
¿ Por que el nombre es “Longines” ?
En 1866 aparece el acontecimiento al que le debe su nombre la compañía ya que Francillon decidió reunir a todos sus trabajadores sobre unos terrenos llamados “Les Longines”. No fue hasta 1880 que se registró su nombre comercial Longines y 1889 cuando el símbolo del reloj de arena se le sumó.
Un salto importante fue el de mecanizar partes del proceso de las manufacturas, lo que convirtió a Francillon en uno de los pioneros de la industria relojera europea, dejando así de lado los calibres americanos y revolucionando su época.
Durante el siglo XX vino una etapa de expansión acompañada de la revolución industrial y de todas las mejoras que esto provocaba en la compañía. Aumentaron considerablemente sus canales de venta en Estados Unidos y los trabajadores con los que contaban al principio de siglo ya eran más de 1000.
Hasta los años 70 todo fueron éxitos para la compañía con relojes de todo tipo vendidos, desde relojes aviator hasta relojes de mano; la cantidad fue inmensa y todo iba bien.
Pero llegaron los años 80, una grave etapa para la industria relojera suiza que provocó que Longines se integré en el SMH Group hasta los 90 donde consiguió un auge gracias al reloj mecánico que simbolizaba al prestigio y arte relojero.
La compañía siguió creciendo y adaptándose a los cambios y necesidades siendo una de las más prestigiosas de la actualidad y toda una referencia dentro del mercado gracias a sus relojes de lujo.